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Las autoinstrucciones son herramientas valiosas para el tratamiento de diversos trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH y el TEA.
Estas estrategias cognitivas ayudan a las personas a gestionar su comportamiento y organizar actividades. También les permiten regular emociones y solucionar problemas con palabras o frases, ya sea oralmente o de manera interna.
Estas estrategias también pueden mejorar la atención, la autorregulación y la ejecución de tareas en personas con estos trastornos. Les proporcionan un mayor control sobre su funcionamiento cognitivo y conductual.
¿Cómo se utilizan las autoinstrucciones?
Estas estrategias cognitivas implican la utilización de palabras o frases, ya sea de forma oral o mediante el lenguaje interno.
Las autoinstrucciones se utilizan en una amplia variedad de contextos para mejorar la atención y la concentración. También se aplican para ayudar en la autorregulación emocional y la resolución de problemas.
En nuestro ámbito de psicología y terapia, las autoinstrucciones se usan frecuentemente para tratar trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH y el TEA. Además, también son eficaces para la modificación de conducta en general.
Autoinstrucciones en el trastorno del neurodesarrollo
Para conocer el papel que juegan las autoinstrucciones en el tratamiento de trastorno de neurodesarrollo, consideremos a un niño/a con TDAH enfrentándose a la tarea de hacer los deberes escolares.
En lugar de ser arrastrado por la distracción constante, las autoinstruciones le ayudaran a aprender a decirse a sí mismo: “Primero miro mi agenda, segundo preparo el material que necesito, tercero leo con atención el enunciado, etc.” hasta finalizar la acción que estemos trabajando”. Estas autoinstrucciones, le proporciona una planificación de la tarea y le ayuda resistir la impulsividad.
Para entrenar de forma efectiva sus autoinstrucciones, es útil utilizar materiales visuales como llaveros, tarjetas o cartelescon ejemplos específicos para diversas situaciones cotidianas. Estas tarjetas deben contener frases simples y claras. De esta forma, los niños podrán repetir en voz alta o de manera interna para recordar lo que deben hacer en diferentes contextos. También son útiles para guiar su comportamiento en situaciones diarias como la hora de comer, en el recreo o durante la realización de tareas.
Para consolidar estas estrategias es fundamental personalizar las autoinstrucciones según las necesidades individuales de cada niño, adaptando el lenguaje y el contenido a su nivel de comprensión y desarrollo. Además de ofrecer apoyo continuo y refuerzo positivo durante el proceso de aprendizaje es vital.
Con práctica constante y paciencia, las autoinstrucciones pueden convertirse en una herramienta magnífica para empoderar a los niños y jóvenes con TDAH, TEA y otros trastornos del neurodesarrollo, permitiéndoles mejorar su autorregulación, habilidades sociales y rendimiento académico.
Para más información sobre esta técnica u otras estrategias cognitivas, contacta con nosotros, en Neuropsipe contamos con un equipo especializado en neurología infantil, atención neuropsicológica y psicopedagógica, que atiende a niños y niñas de 0 a 15 años y a sus familias.