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Con la llegada de la primavera y el habitual cambio de hora, muchos niños experimentan cambios en su estado de ánimo, patrones de sueño y comportamiento. Aunque puedan parecer leves, para los más pequeños —especialmente los menores de 6 años— pueden ser significativos a nivel físico y emocional.
Desde Neuropsipe, vamos a explicar por qué suele afectar el cambio de hora en los niños y las pautas a seguir para que no les afecte tanto.
¿Por qué afecta tanto el cambio de estación?
1. Alteraciones en el sueño
El adelanto de una hora por el horario de verano suele provocar un desajuste en el reloj biológico infantil. Es común que los niños tarden entre 3 y 7 días en adaptarse, mostrando durante ese tiempo más irritabilidad, fatiga o dificultades de concentración.
2. Más horas de luz, más estimulación
Las tardes más largas fomentan el juego y la actividad al aire libre, lo cual es positivo. Sin embargo, puede dificultar la relajación previa al sueño. La luz natural inhibe la producción de melatonina, la hormona que favorece el descanso.
3. Cambios emocionales y físicos
El aumento de la temperatura, las alergias primaverales y el ritmo más activo propio de esta época pueden generar sobreestimulación, cansancio acumulado y, en algunos casos, falta de apetito.
Pautas para los padres ante la primavera y el verano
Aquí te dejamos algunas de las pautas que puedes seguir para que no les perjudique:
1. Realiza ajustes graduales
Antes y después del cambio de hora, adapta las rutinas en intervalos de 15 minutos diarios. Esto incluye horarios de comida, baño y hora de dormir, para que el cuerpo del niño se ajuste progresivamente.
2. Mantén una rutina predecible
Una rutina calmada antes de dormir —como un baño templado, un cuento o música suave— ayuda a contrarrestar la energía acumulada durante el día.
3. Limita el uso de pantallas y luz artificial
Reduce el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir y utiliza cortinas opacas para indicar al cerebro que es hora de descansar.
4. Hidrata y alimenta bien
Con el aumento del calor, es esencial mantener una buena hidratación. Prioriza una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, para apoyar el bienestar físico y emocional.
5. Cuida el bienestar ante el calor
A medida que nos acercamos al verano, las altas temperaturas pueden afectar el descanso, generar apatía o aumentar la irritabilidad. Para evitarlo:
- Evita la exposición solar en las horas centrales del día.
- Mantén los espacios frescos y ventilados.
- Fomenta actividades relajadas en interiores.
La primavera y el verano traen consigo más luz, juego y vida al aire libre, lo cual es fantástico para el desarrollo de los niños. Sin embargo, también implican desafíos que requieren ajustes conscientes en las rutinas familiares. Con pequeñas adaptaciones, los padres pueden ayudar a que sus hijos disfruten plenamente de esta estación sin comprometer su bienestar.
¿Tu hijo también está notando el cambio de estación? Aplica estos consejos y crea una rutina familiar equilibrada esta primavera. ¡Su bienestar comienza en casa! Si necesitas orientación personalizada o apoyo profesional, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte a ti y a tu familia.